lunes, 31 de diciembre de 2012

Medley

Labios. Esos labios rojos que tanto le gustaban. Nada de carmín, nada de brillo: sólo sus labios. Solo y sus labios.

Las pocas fuerzas las empleo hablando, palabra dura que ametralla tu interior y parte el bloque en dos.
Love of Lesbian

La aurícula arrugada
del corazón de papel que me diste
entre el humo y las llamas
nada, y canta el cisne
mientras bordo mi piel a cicatrices. 

Y tú ahí sigues sin paraguas, sin tu ropa, paseando, como una tarde de julio pero con frío y tronando. ¿Se puede saber qué esperas?
Amaro Ferreiro

-¡Já! La Estética. La Ciencia que trata de la belleza. ¿Quién tiene el poder de decirme a mí qué es bonito y qué no? ¿Proporciones? ¿Colores? Es como explicar un truco de magia. Es como intentar explicar el amor. Oxitocina... Hay cosas que prefiero no saber.

-Para algunos el mundo es más bonito cuando descubren cómo funciona.

-Para mí también, casi siempre. Pero prefiero no toquetear los engranajes de mi reloj, no vaya a ser que luego no sepa volver a montarlo. 

Hablemos para no oírnos. Bebamos para no vernos. Y hablando pasan los días que nos quedan para irnos: yo al bucle de tu olvido, tú al redil de mis instintos.
Vetusta Morla

sábado, 29 de diciembre de 2012

De las dudas infinitas

-Y con la tontería se me hizo la hora de salir.

Trois Dalton

domingo, 25 de noviembre de 2012

N.A.H.

Todo sea por actualizar. No es que importe que diga que me gusta escribir tirado en la cama o que le estoy cogiendo el gusto al otoño. 

Todo sigue igual, más o menos. Me atrevo a decir que incluso un poco más aunque, como siempre, serán tonterías mías. Hoy me he sentido especialmente contento por muchas cosas. Algunas simplemente vienen y te alegran y otras las tienes que trabajar un poco para darte cuenta de que en el fondo te hacen sonreír. 

Un chico fácil, todos lo saben. 

"Y en el fragor de la batalla poder ponerte cualquier cara."
Ferreiro

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mi pequeña gran mierda

Desde luego que tenía un problema con las comas. Y con las palabras rimbombantes. Y la trama no está muy allá. Pero a pesar de todo me marcó y en cierta forma me llevó hasta lo que soy ahora. Puede que algún día me vuelva a poner con él. O puede que lo deje ahí guardado para siempre. 

¿Y el colgante? Quién sabe.

viernes, 9 de noviembre de 2012

¿Quién la escribía versos?

-Dieron las ocho en Sol. Es curioso ese momento en el que algo deja de parecerte importante y pasas a ser un espectador curioso más. No es que me sucediera en ese instante, pero la frase se me vino a la cabeza mientras le esperaba en la calle sin paraguas.

-No has dicho que lloviera.

-Ni una sola gota. Pero el darle al ambiente ese aire de otoño frío y húmedo me parece muy romántico. A fin de cuentas, no estoy mintiendo; yo no llevaba paraguas y él tampoco. El que lloviera o hiciese frío son detalles sin importancia.

Trois Dalton

So let's set the world on fire.

martes, 30 de octubre de 2012

Fórmula de Collignon

"-¿Cómo os conocisteis? 

-Lo veía todas las mañanas desde la cocina. Todas las tardes. A todas horas en realidad. Durante una temporada llegué a pensar que no hacía otra cosa que estar frente al ordenador. Me entretenía observándolo mientras me bebía un café o esperaba a que se frieran las fajitas. Así que un día especialmente aburrido tiré una piedra contra su ventana."

Trois Dalton

Bobadas de reloj biológico... Aunque he de reconocer que últimamente os echo mucho de menos. Y para colmo hoy he pensado, ¿qué hubiera pasado si me hubiera quedado a estudiar en Murcia? Seguramente mi vida ahora sería más tranquila. ¿Mejor? Eso nunca se sabe.

lunes, 15 de octubre de 2012

Re: Re: Desvelado


“-Pero, ¿por qué deja alguien de querer a otro alguien?

-Querido, nuestras personalidades eran muy diferentes. Yo lo quería todo ya. Él necesitaba tiempo y espacio. Incluso cuando me di cuenta de ello me costó cambiarlo. Creo que de haber vivido los dos en la misma ciudad hubiera sido una preciosa relación de "ni contigo ni sin ti".

-¿Qué fue lo que más daño le hizo a vuestra relación?

-Todo el dolor que le causamos yo y los que vinieron antes de mí, toda su desconfianza y falta de autoestima… Mi puta bocaza. Sin embargo, y estoy segura de ello, nadie le ha tocado ni le tocará como le tocaba yo. Es muy hermoso; eso es algo que si no sabe debería empezar a aceptar. 

-Como tú deberías hacer también.”
Trois Dalton

Qué bonito sería empezar con una dicotomía. Probemos. Existen dos tipos de personas en el mundo, las que saben lo que quieren y las que no. Yo… bueno, yo me balanceo entre los dos grupos. Así que me parece que dicotomía poca.

No voy a mentir, esta entrada va dedicada a la persona que ha llenado mis pensamientos durante… ¿casi cuatro meses? Dos fueron jodidamente maravillosos y los otros dos han resultado ser un auténtico infierno. ¿Por qué? Sinceramente, no lo sé. Vaya, tengo un par de ideas, pero, sinceramente, no creo que sean motivo suficiente. Al menos para mí. Claro que cada persona es un mundo. En el caso que nos ocupa, dos mundos demasiado cuarteados como para poder formar algo estable. Qué feo eso de asumir que dos personas que encajan tan bien fallan en el mismo punto. 

Un servidor se considera lo suficientemente extraño como para resultar difícil así de primeras. Un problema esencial entre nosotros, me parece a mí, es la falta de una amistad previa, de un mínimo de conocimiento sobre la otra persona.  Sin embargo lo intentamos. ¡Oh, ya lo creo que lo intentamos! ¿Rollo? Nah, no creo que fuésemos sólo eso. Quién sabe lo que signifiqué (y lo que significo) yo para él. Bueno, ese es un tema del que no puedo hablar mucho. Falta de datos.

Dios sabe el entusiasmo que le puse. Dios sabe el miedo que tenía a que todo acabara como ha terminado. Desde luego, parte de la culpa es mía pero, como suele suceder en estos casos, la otra persona no puede rechazar la suya y tirártela a la cara como si nada. Reconozco mi egoísmo en el pasado, mi cáscara de protección, de “no quiero pillarme demasiado”, lo que me llevó por error a que renunciara a todo a la mínima ocasión. Reconozco el daño que eso hace, el miedo a que te lo vuelvan a hacer. Si me conociera.

Ains, el egocentrismo del ser humano. Qué oportunos Are y yo el otro día: Como yo te amo nadie te amará. ¿Por qué no puedo evitar pensar que encajamos demasiado bien? Aprender. Siempre lo he dicho: necesito a alguien de quien pueda aprender algo. En su caso, aprendí a querer de una forma que desconocía. Dice que “fue bonito”. Para mí fue un poco más que eso, la verdad.  

¿Os cuento la verdad? ¿Os cuento por qué tanta insistencia? Sencillamente, lo que no quiero es que acabe con un mal recuerdo. No quiero que acabe, en general, pero puestos a asumir la situación prefiero que se quede con el Juanfra que iba a pasar la tarde a su piso y acabó durmiendo con él hasta las dos del mediodía. El que se quedo embobado mirándolo después de su primera (¿o fue segunda?) vez juntos preguntándose qué demonios tenía ese chico. Ese es el Juanfra de verdad, creo yo, el que fantasea con fugas a Nueva Zelanda. El de diario, una mordaza para no ir vomitando arcoíris. Ahora temo que lo haya olvidado. No tengo miedo a que conozca a otro alguien, tengo miedo a que no recuerde quién fui yo.

Por eso digo que nos faltaba la base de amistad. Le faltaba saber cómo soy yo en realidad, al igual que a mí  me falta conocerle a él. Quién sabe si le he idealizado demasiado. Me pasa a veces. La verdad, su actitud este último mes me ha decepcionado un poco. Quiero decir, igual que Noelia tenía razón sobre lo de no presionar me da a mí que Mariana también. ¿Por qué esta actitud de prepotencia? ¿Por qué me acusa de falta de empatía cuando él no es que dé muchas muestras de tenerla? ¿Por qué cuando le dije de vernos y  me propuso que antes mejor  volver a hablar no dijo que no estaba preparado? Sí, recuerdo lo de “hasta que sepa que no sientes nada por mí…” Ains, entonces creo que no nos volveremos a ver. Sé que no quiere volver conmigo, pero sería capaz de soportar verlo con otros con tal de estar ahí para él. Me considero un buen amigo, aunque sé que de esos por fortuna a él no le faltan.

¿Qué ha sido lo que nos ha hecho llegar a esta situación? Sin paños calientes, digo yo que su autoestima, mi impulsividad, sus experiencias pasadas, mi propio comportamiento… La forma de ser de los dos en general fue lo que lo estropeó todo. Yo demasiado frenético y él, creo, frágil. O temeroso. A mí pueden herirme que puedo curarme si entiendo el porqué de la herida, pero no todo el mundo es igual. Si no la no-dicotomía del principio no tendría sentido. Tampoco supe ofrecerle todo lo que necesita, aunque eso ya lo sabía. Todo desencadenado por el hecho de estudiar fuera. Es curioso, porque a la otra única persona por la que he sentido algo parecido la conocí precisamente por estudiar aquí.

Hay una frase que me han repetido mucho desde que lo dejamos “no pienses más en él, te mereces a alguien mejor”. Digo yo que sus amigos le dirían lo mismo a él. Ahora, ¿es verdad? Bueno, las pruebas dicen que él me importa a mí, actualmente, bastante más de lo que yo le importo a él. O eso me parece.  ¿Significa eso que ambos nos merezcamos “algo mejor”? Ey, que hasta yo a veces me equivoco y puede que no seamos tan “el uno para el otro” como pienso.  

Supongo que cuando ciertas personas (cuatro nombres se me vienen ahora a la cabeza) lean esto querrán hablar conmigo. ¿Qué más queréis que os diga? This is all. Hay gente a la que le cuesta olvidar. A mí me cuesta horrores.  Pero como le dije a Marta y a mi Mujer a principios de septiembre, no haría nada de esto sino creyera que mereciera la pena. ¿Qué me estoy arrastrando? Sí, tal vez. Pero hay gente con una cáscara muy dura de autoconvencimiento. Gente que se cierra en sus ideas y a la que sólo se llega por machaconería. Y a mí a machacón no me gana nadie. 

Ante todo, no quiero que esto se interprete como otra “falta de espacio por mi parte”. Podría enviarle todo esto al mail y no lo hago. Simplemente es una… ¿declaración de pensamientos? No niego que me gustaría que lo leyera. Quizá se replantee cosas, deje de dar otras por sentado y, Dios lo quiera, me explique qué pasa por su cabeza, como antes hacía. Quizá ya no soy digno de ese honor. ¿Por qué no quiere ser mi amigo? ¿Por mí o por él? De delirios vive el hombre. Además, digo yo que si nada cambia algún día dejaré de pensar en él.

En fin… Si pudiera, todo esto sustituiría a ese último mensaje.

“Claro como el agua. No es que no sepa dar un margen de tiempo. Es que no quiero perder a una persona como tú. ¿Ya lo he hecho por ser tan impulsivo, tan pesado? Pues me jodo, ¿no?
Siempre te recordaré con cariño.
Capítulo cerrado, eso es lo que quieres. Pero no podrás evitar que me preocupe por la persona a la que más he querido en mi puta vida sin tener ni jodida idea de porqué. Puedo asegurarte que nunca me había sentido así por nadie. Dos meses y te quiero hasta morir. Pero no encajamos. No soy lo que buscas. Tristemente, eso pasa mucho. 
Por favor, sé feliz. Por favor, no dejes que te vuelva a molestar.”

viernes, 12 de octubre de 2012

Rodilla

"Entonces yo salí del metro y empecé a subir esa pequeña cuesta. Fue cuando la vi por primera vez. ¿Recordáis esa máquina expendedora que hay entre las escaleras mecánicas? ¿La que vende galletas Oreo? Antes había un puesto de sándwiches donde ella trabajaba a media jornada. Parecía aburrida y triste. Como para no estarlo. ¿Quién se iba a parar a comprar? Los que subían tenían restaurantes mejores en la estación y los que bajaban venían de allí.

La miré mientras me dejaba llevar. De perfil y apoyada contra el fondo de la caseta daba más pena todavía. Tenía esa cara que pone cuando deja de prestar atención a todo lo que la rodea. Hermosa. El reloj de la entrada a las dársenas marcaba y cuarto, había tiempo de sobra. Me di la vuelta y bajé. Me paré frente al puesto, tosí y le pedí un sándwich de atún. Me dijo que no le quedaban. De jamón, pero tampoco. Al final acabé comprando uno vegetal. Sí, Hugo, no pongas esa cara: ¡Yo con un sándwich de césped!


Le pagué con un billete de cinco. Le faltaban cinco céntimos para darme el cambio. Le dije que no se preocupara, que ya volvería a por ellos. Me respondió que lo veía difícil porque ese era su último día trabajando allí. Entonces le hice ver que cinco céntimos era una suma importante, que no podía quedarme sin ellos y que esperaría a que alguien fuera a comprar. Por supuesto, acabé perdiendo el autobús.


¿Por qué te ríes, Lu?"


"Cuando le preguntamos a mamá el otro día confesó que tenía monedas de sobra."

viernes, 5 de octubre de 2012

SPNB

¿Alguna vez he dicho lo mucho que me gusta pasear por Madrid? Perderme por ahí y callejear, la gente, quedarte de pie mirando un edificio o sonreír porque recuerdas esas casualidades que pasan una y no más. El olor a violetas en un puesto en San Bernardo, ir hasta Alonso Martínez y bajar hacia Gran Vía por esas calles pervertidas de Chueca para luego hacer la tontería de subir otra vez por Fuencarral y acabar saliendo a la calle del Desengaño (donde no hay quién viva).

Pasear sin rumbo (o destino), solo o acompañado, acorta las horas. Hoy terminé no haciendo nada de lo que tenía previsto, así que ha tocado aplazarlo a mañana: exposición petada (probaremos suerte), ideas lejanas (esperemos que más cerca) y tiendas cerradas (recemos por que aparezca).*

No sé, hay días en los que echo de menos ciertas cosas en mi vida: situaciones, lugares, objetos y, como es obvio, personas. Y aunque me huelo que esos días son todos, hoy quizá me he puesto melancólico de más mientras paseaba, pero es muy duro disfrutar en solitario de algo teniendo en la cabeza a la persona exacta con la que te gustaría compartirlo. ¿Lo bueno? Que cuando venga ya sabré a dónde ir.

Hoy despejado un poco más la niebla de mi mapa y de este Nuevo-Nuevo Mundo me quedo con un par de restaurantes,  con la tienda que no sé describir pero que ahí está y con la chica de la cabeza rapada. Me quedo con una sonrisa extraña (de desconocida) y con muchas ganas de.

*Si pensáis que el párrafo es raro, no os imagináis cómo era el original.

martes, 2 de octubre de 2012

Hermética

-¿Impulsiva?-pregunta mientras se arrebuja con la chaqueta. El Sol se puso hace horas, pero  el chico se niega a cerrar la ventana para que yo pueda seguir fumando. Hago honor a su sacrificio con una calada larga a mi Lucky mentolado.

-Ya ves lo que tiene que oír una. Dime tú si es impulsivo saltar de un vagón de metro mientras se cierran las puertas. Con eso y todo, se montó en aquel autobús- no puedo evitarlo; se me escapa una sonrisa recordando la noche completa: llamada, cita interrumpida, charla, locura, policía y capucha. En algún momento tengo que contarle esa historia-. Aunque mi intención no era recuperarlo. Sólo buscaba acabar bien. Nunca te creas eso de que de los errores se aprende.

-¿Por qué? ¿Has vuelto a saltar de un vagón en marcha?

-No. Pero he corrido descalza por toda una ciudad para llegar a un tren, tragarme dos horas de viaje y luego asarme de calor durante medio día esperando frente a edificios vacíos y vagando por calles desconocidas. Y eso que  sabía de antemano que no me iban a recibir.

Se inclina un poco en la silla.

-¿La misma persona?

-Otra-me río-. Pero la situación era parecida. Y no me arrepiento. Me equivoco. Rectifico. Lucho y cometo locuras. Y luego, ¿qué me queda? Historias que contar, gente a la que recuerdo con cariño y el orgullo de no haberme rendido. Eso es más de lo que muchos pueden decir, ¿no crees?
Salta el REC de la grabadora. Tal era nuestro acuerdo de grabar cada palabra que aprovecho, le hago una señal al muchacho y voy al baño mientras cambia la cinta. Cuando vuelvo ya tiene preparado su comentario:

-Así que impulsiva, persistente y obsesiva. ¿He de tener miedo?

-No, querido: básica, visceral, práctica.  

Trois Dalton

domingo, 16 de septiembre de 2012

JFHS

He tenido esto bastante abandonado. Un mesecito o así, no recuerdo bien. Tampoco es que me vaya a poner ahora a mirarlo. La verdad es que lo que ahora leéis es un poco la corriente de mis pensamientos según voy haciendo la entrada. No me apetece hacer un texto estructurado y pensado, con cutre chistes y aire intelectual. Apenas he dormido cinco horas (ayer vi a Amaral en concierto por cuarta vez en mi vida y fue sumamente genial :D) y no estoy con ganas.

No sé exactamente por qué punto del verano me quedé. Supongo que el chachi guay de la vida. Bueno, después de ese vino uno un poco bastante duro del que supongo estoy a punto de salir. Si a alguien le diera la gana de decir algo, pero para qué. Sinceramente, estoy un poco harto (y que conste que esto lo digo en calentón, que en realidad no lo pienso y bien que lo sabe la gente que me conoce) de los jueguecitos estos... No sé. Entiendo lo del tiempo y demás, pero ya vale, ¿no? ¿Tanto hay que pensar? Hace poco leí una frase que venía a decir que hay gente que se hace echar de menos tanto que al final no se le echa de en falta. Algo así temo que me esté empezando a pasar. Me duele, porque a quien me refiero ha sido una persona muy especial para mí, pero la tontería de no querer afrontar la situación... Un sí o un no. O un dentro de un tiempo. Yo qué sé. Algo. Soy un chico de ciencias, no puedes decirme que no me vas a dar una respuesta y luego no dármela. ¿Quieres que la busque yo? Porque si la ausencia de señales es una señal, entonces adiós muy buenas creo que eso es incluso más cobarde de todo lo que he hecho yo.


Fufufufufufuu... Y tras el momento de soltar toda la mierda (mierda que leerán cuatro personas a las que seguramente le contaría esta mierda de todas formas) paso a enunciar mis miedos una vez más sobre el presente curso. Es la primera vez que empiezo un año sin estar "seguro" de que iba a aprobarlo todo. De hecho, creo que alguna voy a suspender. Me siento tonto y algo descentrado. No sé. Será que ξ ya no me motiva (o que lo hace en la otra dirección), que las horas dobles son un horror o que quiero dormir más de lo que lo hago (y encima si duermo poco es porque me da la gana luego a luego...) En fin, que un día estoy arriba y otro abajo. Y hoy estoy en algo intermedio, creo. No sé, ya no estoy seguro de nada.

He pensado en seguir escribiendo, con calma. Desde que acabó el verano (mi verano) no he tocado mucho mis proyectos. Tal vez sea hora de restarle horas al no hacer nada y ponerse a pensar un poco. O a no pensar en absoluto. Hablaré con T.Dalton.

Un saludo gentucilla.
(al final la entrada ha quedado un tanto descompensada, pero el soltar la mierda del segundo párrafo me ha dejado tan relajado que ha sido como... y el resto ya se verá. Lo siento por esta caca de actualización =7)

jueves, 23 de agosto de 2012

M

Esta noche me he planteado por primera vez la posibilidad de querer a alguien más que a mí mismo. Curioso.
Una lástima que al parecer haya sido demasiado tarde.

jueves, 26 de julio de 2012

2_

Mi edad preferida siempre fueron los 17, pero estos 19 han sido perfectos. 10 años hasta la siguiente crisis. ¡A vivir!

viernes, 13 de julio de 2012

But I don't wanna live that way

Llevo unos días soñando con dos personas a las que quise mucho. Sueño que estamos bien, como antes. Las dos han desaparecido de mi vida igual que un niño pega una patada a un balón y ahora están tan lejos que a ver quién tiene huevos a traerlas de vuelta. En el fondo intento convencerme de que tampoco es para tanto, pero teniendo en cuenta mi tendencia a las relaciones tóxicas las hecho en falta. A una porque la quise sinceramente a pesar de sus rarezas y a la otra... bueno, por más de lo mismo. La gracia está en que creo que es el orgullo por mi parte mezclado con unas gotas de "yo tengo razón y lo sé" lo que hace que las cosas no se solucionen.

Sin embargo, no puede decirse que yo no lo haya intentado. He enviado mensajes y esas cosas. He hecho entrever que me gustaría una reconciliación. Y no me han hecho demasiado caso. Como mucho, algún ataque así como insinuando "Já, hasta que no me pidas perdón nada." Venga, seamos sinceros, no hay necesidad de ello, ni por su parte ni por la mía. Así que nada, me rindo; yo seguiré por aquí. Total, ambas dos me han traicionado ya una vez. ¿Qué necesidad tengo de tenerlas de nuevo en mi vida? Ninguna.

Pero bueno, los sueños no se controlan y desde luego no todos son sinceros.

martes, 12 de junio de 2012

(JUM)

Que conste que lo hago por ella. Para que no se me cabree y tenga lo que se merece después de tanto estrés. Porque no me gusta hacer las cosas por obligación (sí, ya sé que yo me ofrecí, ¡pero también retiré la oferta mientras me cepillaba los dientes!).


Si es que las cosas no se pueden hacer así, pero bueno (si alguna vez tienes dudas sobre si algo te lo he escrito yo o no, mira cuantas veces aparecen las expresiones "si es que" y "pero bueno". Cuatro o más significa que es obra mía) no puedo decir que no me apetezca hacerlo. Ahora déjame delirar y ve calentando el horno.


Me dio mucho miedo cuando te enfadaste conmigo. Mucho, en serio (otra expresión que puedes añadir a la lista anterior). Sentía que ya había perdido a alguien importante para mí y no quería perder a nadie más. Y menos a ti. Mi niña mimada, a quien le aguanto todo. Desaires, falta de confianza y rabietas. Siéntete orgullosa.


Así que si tengo que ponerme a escribir cuatro chorradas, las escribo. Aunque no te gusten y las consideres poca cosa. Ya te dije, no puedes obligarme a escribir si no estoy inspirado. Me salen cacota feas y gordas. Párrafos sin sentido.


De todas formas, sabes que lo que hiciste ayer me llegó a la patata, jo. Aunque fuera a través de mentiras y confabulaciones. Aunque me tocara salir descalzo a la calle. Es algo que no mucha gente haría. Es algo que me está costando mucho interiorizar, no te creas. Es difícil de entender. Que diez minutos atrás me dijeras "olvídame" y luego vinieras a mi puerta me mal acostumbra. Porque pienso que todo el mundo va a reaccionar así y no.


Ains, cariño... la vida es demasiado dura. Yo me quiero demasiado y tú deberías... ya sabes lo que deberías :)


El deber me llama.

domingo, 27 de mayo de 2012

3. Menstruo o regla de las mujeres

Pongamos que pongo música alegre. De esa que anima y te hace sonreír. Pongamos que no me pongo sentimental y no me tumbo en la cama a escribir (perdonen mis PareadoDeTarado©, de siempre me han salido los pobres). Sé que no tengo motivos para sentirme como me siento, y menos después del fin de semana que he pasado. En serio, ha sido genifantasbuloso, pero es mi estúpida obsesión porque todo salga ¿perfecto? ¿como quiero? ¿bien? que no puedo evitar sentirme… raro.

Creo que es la menopausia. O la pitopausa (que de esta llevo ya un rato). Creo que es el inconformismo. Creo… veréis, es difícil explicarse cuando uno quiere decir algo sin decirlo (es posible que esta entrada acabe hecha un barullo y no me entere ni yo de lo que pongo así que pido perdón por adelantado. O no. Que os jodan), es difícil sacarse la espinita cuando no quieres que escape toda la mierda a borbotones. Y menos cuando sabes que las posibilidades de que eso solucione algo sean de ciento ochenta menos pi.

Es la tontuna que se me mete en la cabeza. Y el egocentrismo. Un cóctel rico rico de verdad. De esos que te hacen sentir mal y bien. Vamos, Tribunal hasta el aeropuerto. Bipolar. Quisiera poder irme de la lengua y liberarme de este estúpido juego a dos bandas. Pero si de algo sé es de qué puede funcionar y qué no. No quiero seguir jodiendo la marrana, pero no puedo evitarlo. Algunas cosas son más importantes que otras y nada cambiaría si hubieras dicho ¡dibs! porque sabes que el mundo no funciona así.

Me alegro. Por eso insisto y soy pesado. ¡Ataca! No entiendo la típica obsesión que tiene la gente a no hacerme caso. Esas cosas las veo bien desde fuera y distorsionadas cuando lo intento desde dentro. Es una especie de pecera emocional lo que llevo encima. Y porque me siento gilipollas y hormonado deseo con todas mis fuerzas volver a casa. Como comenté con la roja argentina un viernes bajando las escaleras del metro: me siento más adolescente en la universidad que en el instituto. Y eso no puede ser, por mucho que ya haya terminado el semestre (que mola más que el palabro cuatrimestre).

Creo que si hago lo que hago es ya más por costumbre que por traición.

jueves, 24 de mayo de 2012

Este tren no admite viajeros

Acabo de terminar el primer punto de la práctica. Ya sé, te dije hace tres horas que lo acababa de empezar. Ya ves, soy todo un Flash para estas cosas. Bueno, espero que mañana me cunda y poco más. Ya queda lo fácil, lo que se hace sin pensar.

Y sí, estoy evitando ir al ajo.

No sé, creo que te voy a echar de menos y todo. ¿Con quién me voy a meter ahora en clase? ¿A quién voy a acompañar a comprarse una palmera de chocolate? ¿De quién me voy a reír por su cara de niña ñoña? ¿Quién va a hacer simbiosis con Mariana a la hora de hacer los problemas? (¿QUIÉN, NADIE? juas juas qué malo soy)

Me odiarás, pero me gustaban los días en los que teníamos que esperar el metro más de la cuenta. Me daba tiempo para hablar un poco más contigo. Hablar de temas repetidos, de opiniones conocidas, de frustraciones compartidas. En fin, pasar más tiempo juntos. Siempre he creído que nos parecemos más de lo que me atrevo a reconocer. Uno tiene que mantener su reputación. Estilo. Carisma. Algo que quizá no entiendas pero que es importante. Ya crecerás.

Hoy, cuando me he despedido en el metro, me he dado cuenta de que acabamos el año precisamente al contrario de como lo empezamos, al menos en lo que a eso-que-sabemos se refiere. Sin embargo, todo lo que se ha creado entre nosotros*... no lo cambiaría. No volvería a ese septiembre. Y sois unas zorras por hacerme sentir así, que lo sepáis.

Tú, la golfa salidilla, y ella, la roja argentina, habéis sido un gran apoyo durante estos (Ju cuenta con los dedos) nueve meses de locura. Espero haberos servido de algo yo también. Aunque sólo sea para pervertir vuestras mentes, elegir nombres chachis para vuestros hijos y calentaros la cabeza más de lo necesario.

Pero bueno, estoy gilipollas. ¿Por qué hablo en pasado? ¡Si todavía nos queda una hora juntos!


Y una semana increíble en Palma. 

*por nosotros entiéndase Ju+Mari y Ju+Noe (Mari+Noe ya venía de serie xD)

sábado, 19 de mayo de 2012

Redivīvus

estafar.

1. tr. Pedir o sacar dinero o cosas de valor con artificios y engaños, y con ánimo de no pagar.

2. tr. Der. Cometer alguno de los delitos que se caracterizan por el lucro como fin y el engaño o abuso de confianza como medio.

(Del lat. estafus).

3. tr. Ser Tafur. Volverse pelirrojo. U. m. c. prnl. Se estafó.



Puede decirse que soy experto en crear escenarios. Hago planes, invento y fuerzo la situación para conseguir lo que quiero, ya sea sacar información o evitar decir algo. Prefiero ahorrarme ese disgusto. Y no lo hago del todo mal.

Pocas veces dejo las cosas al azar. Menos de las que me gustaría, lo admito.

lunes, 7 de mayo de 2012

De alegrías y derroches

O de cómo fingir un orgasmo a dúo sin planificarlo. Nos quedó bien, ¿eh? Si en dos días nos zunchan alegremente en Hiperestastistis podremos dedicarnos al doblaje de películas para adultos. Como aquella que le narré a la Chiquitina. Bueno, como esa no. Aunque la culpa es de los ciclos de testosterona, no mía.  Cuatro veces a la hora, queridos. Dios nos hizo así. Y si nos volvemos gilipollas: put the blame on our namby-pamby actitude. Put the blame on Mame.

Me fascina la idea de que un beso prenda fuego una ciudad. O de que un polvo provoque un terremoto (porque, no nos engañemos, Mame no estaba “shakeando” sola). Besos y sexo. Eso es lo único que demuestra que he crecido. De no ser por ellos, yo diría que voy hacia atrás. Cada día más inmaduro, más infantil. ¿Más feliz? Bueno, a veces.  

Lo soy si me llama mi mujer para decirme que ha dormido en el coche con La Princesa porque la tienda se había empapado o si mi hermana me cuenta sus chanchullos para repartir pulseras. Lo soy si hablo con él de puentes, del sentido de la vida y de cómo vamos a cambiar el mundo (porque seguro que lo hacemos). Sonrío cuando se acuerdan de mí en una fiesta o un día cualquiera por una canción versionada o una letra en la pared. Me hace gracia pensar que aquella con quien me abro más a veces parezca no conocerme y que todavía la pueda sorprender. Lo soy cuando no me cuentan nada.

Es la gente que me rodea la que me hace sentir bien. A veces busco eso que llaman “paz interior” pero me asusta buscar ahí dentro. Algún día, quizás en verano. Cuando me tumbe en mi hamaca a escribir pensando en… en lo que tenga que pensar. Fin de curso, por ejemplo.

martes, 17 de abril de 2012

Puedes pintarme lo que quieras

Si dijera que te echo de menos no mentiría. Tampoco lo haría si dijera que no duraríamos demasiado. He evitado hablar de ti. No por falta de cariño, sino porque quiero guardarme dentro lo que pienso, bonito y reluciente, protegido de la realidad.

Quizá la cagué un poco al reducirlo todo a esa frase. Mordías, y eso estaba bien. Te reías, me mirabas. Quisiera poder abrir la boca y decirte algo. Algo bonito, no haría falta que fuese importante.

Y, sin embargo, objetivamente, nada del otro mundo. Estaba a gusto y ya. Dudé. Forma parte de mí el jugar al tira y afloja. Pero en el fondo soy muy fácil de convencer, todo el mundo lo sabe.

Aunque al cabo del tiempo me equilibro y cedo, me gusta balancearme a un lado y a otro. Toca sonreír tontamente cuando nadie mira.

domingo, 8 de abril de 2012

Go on

Quizá seas mi última. Quizá me quedé seco ya.
O simplemente es porque fuiste la primera, y por tanto siempre estarás ahí: en mi cabeza y en mi corazón.
Afilemos la pluma, como todos los años.

miércoles, 4 de abril de 2012

La polla de agua es un ave zancuda

Chile amashito. Picante. Te abrasa la boca, y esos calores que suben hasta las orejas. Sudas. Bésame con los labios untados de capsaicina. Bésame con algo que no sepa pronunciar.

Besos de 45000 Scoville, agrietados. Y si me intoxico, que me encuentren azul. No pares y deja que el Sol aparezca.

Sólo te pido, aparta ese reloj de mi oreja, que me angustia oírlo avanzar.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Esta primavera

Primer día de primavera y vuelve el frío, olé sus huevos. Bueno, la cuestión es quejarse. Quejarse de vicio, que diría alguno.

Estoy pasando una mala racha, creo. La arrastro desde los finales. Y mi problema es la falta de preocupaciones, la ausencia de temas intrascendentes de ser humano normal y corriente. Siempre lo he dicho: me reduzco a lo básico, a lo elemental. Sencillo. Me asusta.

Pero bueno, no hay nada que hacer. Es lo que nos ha tocado a todos. Aunque de pedir, no pediría demasiado. Yo lo que quiero es coger un avión -de esos que estudio y no entiendo, de esos que asustan porque vuelan alto- e irme lejos, sólo o contigo o vosotros, sin planes ni prisas. Un poco de dinero en el bolsillo; cada noche alguien nuevo en el colchón.

Yo lo que quiero es que la vida me llene hasta reventar de emoción. Quiero que me embote el azahar de los naranjos y Sol que me queme la piel. Quiero el rumor de las olas, su fuerza al romper, su sal en la boca. Quiero la forma de otro cuerpo en mis manos, y las suyas.

Romántico... y una mierda.

"Les amours qui durent
font des amants exsangues,
et leurs baisers trop mûrs
nous pourrissent la langue.

Les amours qui durent
font les amants moins beaux.
Leurs caressses, à l'usure,
ont raison de nos peaux."

As-tu déjà aimé?
Les Chansons d'Amour

miércoles, 14 de marzo de 2012

Dromos

Avecesmicorazonhacecosasraras,comonodejardelatirporti.

sábado, 3 de marzo de 2012

128√e980

-¿Que por qué era gracioso? Porque yo iba a ser inmensamente feliz y él iba a ser dolorosamente feliz.

-Sigo sin entenderlo.

-Tesoro, ¿todavía no te has dado cuenta? Yo era feliz por él pero, ¿por quién era feliz él?

Trois Dlaton

lunes, 20 de febrero de 2012

ξ

Recuerdo la noche que me desperté con la absurda sensación de que mi corazón sólo podía latir un número racional de veces.

Trois Dalton

jueves, 16 de febrero de 2012

A Trois Dalton



¿Te atreves a acusarme con tu dedo frío?
¿De quién era la voz que se rompió
cuando me arrojaste descosido?

¿Acaso escuchas cómo mi corazón agoniza?
¿Te conmueve el estéril latido
del que no bombea sangre sino ceniza?

¿Quién lloró la muerte de la cebolla?
¿Te arrancaste tú la piel a tiras
buscando consuelo en capas más hondas?




¿Qué vas a saber sobre la pena o el dolor
si te reduces al trazo rojo de tu boca
cuando me miras inmóvil, con tus ojos de girasol?

Foto: La Princesa del Guisante

martes, 7 de febrero de 2012

Coming back

De eso que piensas en hacer una cosa y luego no la haces porque sabes que no lleva a ningún lado.
Pues eso, pero en francés.
Y haciéndola.

viernes, 3 de febrero de 2012

A las 6

Hoy me he levantado a las cuatro y media de la tarde. He comido, descansado, paseado por la playa y cenado. Me he tirado hasta las tres de la madrugada jugando a la Wii. Llevo tres horas poniéndome al día de lo que pasa por ahí.

Ahora mismo me pesan un poco los párpados. No es sueño, qué va. Es pereza, cansancio. Ganas de no hacer nada en concreto, pero tampoco de dormir. Pero soy invitado en casa ajena y debo comportarme. De estar en la mía, no me importaría quedarme hasta tarde haciendo lo que se me viniera en gana.

Así que creo que cerraré esto, apagaré la luz y me aguantaré. Seguramente piense en cien mil cosas que al final quedarán reducidas a una. La de siempre (justo ahora suena el despertador de la señora de la casa, así que me daré prisa). La que sólo yo conozco. Pero es tarde, y no quiero aburriros con historias de viejas glorias.

Un beso y descansad.

Ah, por cierto. Hoy vi a Jorge. Y él me vio a mí.

sábado, 28 de enero de 2012

Like she said

Tienes dos opciones: o madurar y que deje de importarte o volver atrás y empezar de nuevo una y otra vez.

martes, 17 de enero de 2012

Esas galletas que no acepté

Cuando estuve en tu cuarto por tu cumpleaños vi las estrellas que te hice. ¿Cuántas fueron? ¿Ciento veinte? No me pidas que te haga más porque no recuerdo los pasos. Aunque por ti volvería a aprenderlos. No me falles nunca, ¿vale?
Y sobre todo, sé valiente.
Tu carta está en proceso.

lunes, 16 de enero de 2012

Pavos reales y gatos

Llueve. Me gusta cuando llueve. Y más desde que tengo este cuarto con tragaluz, porque puedo darme la vuelta y domir mirando al cielo. Al menos hasta que me quito las gafas.

A veces pienso que me gustaría no depender de ellas. Otras creo que me gusta más mi vida así, pegándome algún que otro mamporro si no me ando con cuidado.

Muchos de los golpes me han hecho feliz y la mayoría me han llevado hasta donde estoy ahora.

Sea como fuere, dentro de poco acabo los exámenes y ya tengo mis planes de siempre: leer, escribir, viajar y estar con ( ).

Respecto a lo segundo, aquí os dejo un trocito de algo conseguí este verano. Quien lo escribió acabó renegando de su obra, pero yo le tengo un cariño especial a estas líneas.

Creo que porque las leí por primera vez en un castillo que miraba al mar.

"Desde luego puede que se trate de un simple rumor, cuentos de viejas. Lo cierto es que nadie volvió nunca a saber nada de aquellos dos muchachos. Pero puede ser simplemente porque ellos lo decidieran así. El morbo que da pensar que se suicidaran es suficiente como para acallar el hecho de que nadie en el pueblo viera los cuerpos. En teoría, sólo el médico, L, tuvo ocasión de hacerlo y su testimonio no existe. Que en la actualidad anda, y eso sí es totalmente cierto, un poco mal de la cabeza no es ningún secreto. A sus casi sesenta y pico años pasa los días encerrado en casa, dedicándose a la jardinería y al cultivo de hortalizas, y si por casualidad alguien se atreve a preguntarle sobre el tema simplemente sonríe y no responde. Si insistes, nada. Algunos achacan esta mudez selectiva a un inmenso y profundo sentimiento de culpa. Diríase que su cerebro se desconecta ante la mínima mención de los jóvenes R.M. y J.C. Y digo jóvenes, pero tenían (¿tienen? No sé si a alguien molestará este uso del pasado) sólo dos años menos que yo. Ese año J cumplía los 18 a primeros de agosto. Pero aunque hayan pasado ya década y lustro desde entonces en la memoria de todos permanecerán por siempre como un par de chiquillos.

Tristemente, las familias de ninguno de los dos nada quieren saber ya del tema. L.M. se fugó con su amante poco antes de que todo terminara y ni siquiera sus antaño mejores amigas saben dónde para ahora. B se marchó a la capital a estudiar en la universidad y para cuando empecé a interesarme por la historia también se había evaporado. S.M., por desgracia, murió dos años después de los hechos, después de toda una vida trabajando en la mina. En V los menos chismosos dicen que la Muerte se lo llevó con tanto adelanto debido a una neumoconiosis complicada y (por) el sufrimiento que le causaba la desaparición de R; los más atrevidos no descartan que la larga mano de los C. tuviera algo que ver.

En cuanto a éstos, que continúan viviendo en V, niegan en rotundo el haber tenido siquiera un hijo. La historia, la forma de ser, la mentalidad anclada en el pasado del clan C. les llevó a repudiar por completo a su único vástago tras lo sucedido aquel verano. Sólo N mencionó alguna vez a J, diciendo de él que estaba segura se encontraba en la Gloria, aunque nunca quiso aclarar si lo decía de forma figurada o literal. Como alguna gente en V (¿demasiada endogamia quizá?), N nunca estuvo muy en sus cabales, y poca cosa con sentido se pudo obtener de ella antes de que nos dejara.

En cuanto al resto de personajes en esta historia, su final no es menos confuso: C sólo estaba en V por motivos de trabajo y tan pronto como los acabó se marchó de nuevo a París; M terminó renegando por siempre de R y T acabó muerto."

Trois Dalton

martes, 10 de enero de 2012

Sargazos

Raro. Eso define todo. Todo lo que no tiene explicación, todo a lo que no se le quiere dar una. Extraño, complicado, “tú no lo entenderías”. Néctar que de tan dulce no prueban ni los dioses. Sinfonía exquisita. Bruma densa por la que no conviene navegar.

Y sientes. Tentación. Curiosidad. Cariño. Intento de. Comprensión.

Y recibes. Dudas. Pullas. Cariño. Intento de. Comprensión.

Y piensas. ¿No será todo humo esa niebla? Barroco innecesario. Volutas cinceladas en cartón. Sin piedra. Melaza amarga. Notas que aun ¡sí! chirrían y son música. Que de mayestático no os queda ni el plural.

Y te alejas. De “de dentro hacia afuera”. De edades y rangos. De futuros que no te cuentan. Donde no cuentas. De quimeras capturadas si se aprieta un programa y no un botón. De roces y peleas.

Y buscas. Libros que estrellar. Agua limpia para la lengua. Para las encías, dientes, paladar. Garganta. Oído y ojos. Nuevas músicas. Nuevas musas. Sirenas que no canten, ¡griten! con voz de guardacostas.

Y te dejan. ¡No! Vuelve. ¿Intento de? ¡Ja! Incomprensión.

Y lo logras.

Y sientes. Alivio. Y piensas. Por fin. Y te alejas.

Y empiezas. Sonrisa a cuestas. Lección aprendida.

¿Por qué escribes ahora? Porque extrañas la cama. Porque ¡te! quiero.

Y ese “te” es nadie y son todos.

sábado, 7 de enero de 2012

Polvos y energía

Porque si vinieras a verme este nueve de enero,
¿me darías ese beso?

miércoles, 4 de enero de 2012

Nuevo aspecto

Sí, lo sé. No ha cambiado demasiado. Os prometo que estaba por hacerlo más "luminoso" pero en el último momento he visto esta imagen tan preciosa de un gato y he dicho: a la mierda xD.

Sep, lo de combinar colores tampoco es lo mío, pero qué se le va ha hacer.

No tengo remedio.

martes, 3 de enero de 2012

El Hematocrítico de Arte

Hace unos días mi hermana me enseñó este tumblr. No tiene desperdicio, os lo puedo asegurar.