Y dime tú...

Y dime tú dónde está la gracia de saludarme allá donde Cristo perdió la chancla y no en mitad de Santo Domingo... u.U La gente es complicada.

Y si al final no me da el puntazo (que no estoy yo muy seguro de que no me dará) la próxima vez te saludo yo.

De tanto arrastrar los pies por el suelo, al final siempre tropiezo.

No es lo mismo reír al son al verte que al verte sonreír.

:)