viernes, 30 de septiembre de 2011

Agosto de calor, septiembre de tormenta

Ya duele menos. Un poco menos. La tentación de coger el teléfono y enviarte un mensaje se mantiene. De darte un toque por error. De ir a la universidad dos horas antes para que la casualidad nos cruce. Porque si estoy despierto soy fuerte.

Hoy, por primera vez en mi vida, soñé contigo. Un paseo por una ópera sospechosamente parecida al Castel Sant'Angelo. Una visita a tu casa y un abrazo. Si cuando estoy contigo no puedo dormir, esta noche no quería despertar. Pero tuve que hacerlo. Tengo que hacerlo.

"-¿Te marchaste así? ¿Un beso y nada más?
-No, por supuesto que no-su mirada se perdió unos instantes a través del ventanal-. Antes de irme le pedí un último favor. Le dije: "Mañana empieza octubre. En octubre, búscame. Búscame el primer día de lluvia. Llámame o envíame un mensaje. Grita mi nombre y te escucharé. Ese día iré volando a donde estés"-me sonrió-. Nos queda una cuenta pendiente por saldar."

Trois Dalton

1 comentario:

  1. Después de un otoño e invierno de tormenta, siempre llega la primavera... y después el verano.

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