miércoles, 26 de mayo de 2010

Por vosotros

Escucho un grillo fuera. Me recuerda a esta tarde, en el instituto, con el camaleón de Sergio.

Siempre me he sentido, en cierta forma, influenciado por lo que dicen los demás de mí. Es natural.

Ahora siento que mi estómago es una especie de coctelera.

Me gustaría llenaros un vaso a cada uno de vosotros y daros las gracias por todo lo que habéis hecho por mí, por todo lo que hacéis y por todo lo que haréis.

El ser humano es como un autómata: si no le das cuerda se queda parado. Vosotros sois los que hacéis girar mis engranajes.

Todos. Los que quiero y los que detesto. Los que viven bajo mi techo y los que veo al salir. Los que lo saben y los que no. Los mayores y los pequeños. Los que se quieren a sí mismos y los que se autocompadecen.

En parte me sabe mal que algo tan trivial como unas notas halla sido el desencadenante de todo esto. En serio, lo siento.

Quisiera llorar, pero no puedo. Esperemos al 4 de junio.

Oh Dios, se acaba... Ya se acaba. Cuesta asimilarlo.

Mi vida por vosotros.

Por lo mejor.

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