lunes, 8 de abril de 2013

¿Y quién no?

-Siempre estarán ahí. No puedo evitar rendirles un homenaje de vez en cuando. 
-¿Incluso aunque no pasara nada?
-Precisamente porque no pasó nada. Te enseñan que no pasa nada si no pasa nada. 

Trois  Dalton


Mi egipcio es especial,
qué olor, señor.
Tras la batalla
en que el amor estalla,
un cigarrillo
es siempre un descansillo
y aunque parece
que el cuerpo languidece,
tras el cigarro crece
su fuerza, su vigor.
La hora de inquietud
con él, no es cruel,
sus espirales son sueños celestiales,
y forman nubes
que así a la gloria suben
y envuelta en ella,
su chispa es una estrella
que luce, clara y bella
con rápido fulgor.
Por eso estando mi bien
es mi fumar un edén.


Dame el humo de tu boca.
Anda, que así me vuelvo loca.
Corre que quiero enloquecer
de placer,
sintiendo ese calor
del humo embriagador
que acaba por prender
la llama ardiente del amor.

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