Es algo difícil de explicar. Es un sentir de palabras y un callar de emociones. Es pensar en todo y en nada, como cuando al dormir coges y se te va la cabeza y piensas en lo que has hecho y en lo que no has hecho y en lo que podrías hacer y pones esa sonrisa boba y sueñas con su cara y eres el ser más feliz de la Tierra hasta que te despiertas.
Si hace poco dije que odiaba las casualidades, ahora lo reitero mil y una veces más. El viaje a Caravaca trajo una sorpresa inesperada en un 95% (sí, reconozco que algo deseaba esperarme... pero es que, joder, será por cámpings en la Región). En fin, un "hola" y un "adiós" y pocas palabras más para intentar no cagarla... aunque como siempre al final la cagada es no intentarlo.
Por eso grito al cielo y digo que si la otra vez, por culpa del tiempo, era difícil estar en el momento y el lugar, ahora vuelvo a retarte, y a preguntarte si este lunes estarás allí, misma hora y lugar (12:00, Fnac, mangas). Yo sé que solo no me volveré. Y también sé que aunque no estés eso de nada me servirá.
La vida es demasiado poco complicada como para encima estar dejando pasar los problemas xD.
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